La cuchara es uno de los instrumentos más antiguo de la humanidad, se la conoce desde el paleolítico como medio de dar y recibir.

En su forma alude a lo femenino, es cóncava y de líneas curvas. El material elegido para estas cucharas es de  acero inoxidable por su superficie lisa y brillante que permite reflejar la luz. Cada una de ellas se distingue en su uniformidad por un detalle de color, suspendidas adquieren movimiento generando un efecto óptico de pintura cinética.

 

En esta obra la cuchara representa a una mujer que, como otras, comparte aquello que la hace única e irremplazable. Cada cuchara refleja a la mujer que es célebre en lo cotidiano, importante en lo privado y singular en la historia personal del que la evoca.

 

Es mi homenaje a las mujeres anónimas que están presentes en nuestra memoria.